DOMINACIÓN CAPITALISTA E IMPERIALISTA A TRAVÉS DE LA CUARTA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL Y LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL
Por Alex A. Chamán Portugal
Bolivia, 1 de mayo de 2025
Introducción
La Cuarta Revolución Industrial (4RI) y la Inteligencia Artificial (IA) están transformando radicalmente el panorama económico, social, político e ideológico a nivel global. Aunque se promueven como avances tecnológicos que mejorarán la productividad, la eficiencia y la calidad de vida, en realidad han sido cooptadas por la lógica del capital, convirtiéndose en instrumentos de nuevas formas de explotación, precarización, manipulación y control social.
Estas innovaciones no son neutras ni apolíticas: están al servicio de la acumulación de capital, la concentración del poder y la dominación imperialista. Este artículo examina cómo el capitalismo y el imperialismo se apropian de la 4RI y la IA para reforzar sus mecanismos de control, al tiempo que plantea alternativas emancipadoras para subvertir estas dinámicas.

1. Mercantilización de la Ciencia, la Educación y la Tecnología
En el capitalismo, todo se convierte en mercancía. Karl Marx (1867) ya advertía que el sistema capitalista reduce incluso el conocimiento y la innovación al valor de cambio, subordinándolos a la lógica de la acumulación. Así, la ciencia, la educación y la tecnología dejan de estar orientadas al bienestar colectivo para transformarse en instrumentos del lucro, controlados por las clases dominantes.
Las grandes corporaciones transnacionales —como Google, Amazon y Microsoft— dominan el desarrollo de la IA, marginando a los países periféricos y a las clases trabajadoras. En «La era del capitalismo de vigilancia», Zuboff (2020) muestra cómo estas empresas extraen y monetizan los datos personales, convirtiendo la vida cotidiana en una mercancía sujeta a especulación y control.
Atilio Boron (2004) denuncia la privatización del conocimiento mediante patentes y derechos de propiedad intelectual, lo que genera barreras para el desarrollo autónomo de los pueblos. David Harvey (2007) advierte que la investigación científica se somete a las necesidades del capital. Al mismo tiempo, la educación ha sido convertida en un negocio que reproduce las desigualdades sociales. Bourdieu y Passeron (1970) sostienen que el sistema educativo funciona como un mecanismo de reproducción social que perpetúa la dominación de las élites bajo el ropaje de la meritocracia.
2. La Cuarta Revolución Industrial como Instrumento de Explotación y Control Social
La 4RI articula avances en inteligencia artificial, robótica, biotecnología y digitalización. Sin embargo, estos desarrollos han servido para intensificar la explotación laboral y precarizar el empleo. La automatización permite a las empresas reducir costos y aumentar productividad, pero genera desempleo estructural, precariedad y exclusión social.
David Harvey (2014), en «Diecisiete contradicciones y el fin del capitalismo», señala que esta lógica profundiza las contradicciones del capital, agudizando la desigualdad. Lenin (1917) ya advertía que el desarrollo técnico en el capitalismo no libera al proletariado, sino que refuerza el dominio burgués. Plataformas digitales, bajo la fachada de modernización, precarizan el trabajo y profundizan la pauperización.
Además, la IA se emplea para ampliar la vigilancia, la censura y la represión. Zuboff (2019) describe cómo el «capitalismo de la vigilancia» permite manipular la opinión pública y controlar los comportamientos sociales. Gramsci (1971) explicaba que la hegemonía se impone no solo por la coerción, sino por la dirección ideológica. En este sentido, la IA se convierte en un nuevo instrumento de control cultural, ideológico y político.
Morozov (2015) denuncia en «La locura del solucionismo tecnológico» el uso autoritario de la tecnología para reprimir la disidencia y legitimar regímenes autoritarios. Ejemplos como el sistema de crédito social en China o el espionaje masivo revelado por Edward Snowden (2019) evidencian la tendencia global hacia la tecnovigilancia y la normalización del control digital.
3. Imperialismo Digital y Colonialismo Tecnológico
La 4RI no surge en un vacío neutral: es una estrategia de dominación imperialista. Samir Amin (2014) señala que el capitalismo monopolista tiende a concentrar el poder tecnológico en pocas manos, creando nuevas formas de dependencia y subordinación. Lenin (1917) ya alertaba sobre el vínculo entre concentración económica, dominación política y violencia militar.
Estados Unidos ha convertido la infraestructura digital y la IA en armas geopolíticas. Empresas como Google, Facebook o Apple actúan como brazos del neocolonialismo digital, monopolizando el flujo global de información y datos (Moragón, 2022). Frente a ello, China impulsa su propia hegemonía tecnológica mediante la Ruta de la Seda Digital, como plantea Chamán Portugal (2023), abriendo un escenario de «guerra fría tecnológica» por la supremacía mundial.
La dominación tecnológica también implica una explotación intensiva de recursos naturales. Foster (2002) advierte que el capitalismo depreda la naturaleza para sostener el crecimiento tecnológico, ignorando los límites ecológicos y comprometiendo la sostenibilidad del planeta.
4. Militarización de la Inteligencia Artificial y Amenaza a la Paz Mundial
Una de las expresiones más peligrosas de la 4RI es su uso con fines bélicos. Chomsky (2020) ha denunciado cómo la IA se incorpora a sistemas de armamento autónomo, drones de combate y plataformas de espionaje global. Estas tecnologías potencian el poder militar de las potencias imperialistas, incrementando la amenaza de conflictos deshumanizados y dirigidos por algoritmos.
La actual competencia entre EE.UU. y China no es solo económica, sino también militar-tecnológica. Fernández Labbé (2021) señala que esta «Guerra Fría Digital» puede desencadenar enfrentamientos sin mediación humana, con consecuencias devastadoras para la humanidad.
Conclusiones
La Cuarta Revolución Industrial y la Inteligencia Artificial poseen un inmenso potencial transformador. Sin embargo, bajo el capitalismo, este potencial se pervierte y se convierte en herramienta de dominación. Mao Tse-tung (1963), en su texto «Sobre la práctica», subrayaba que la tecnología debe servir a las masas y no a las élites. En este sentido, la lucha por la emancipación debe incorporar la disputa por el control de la ciencia, la educación y la tecnología.
Solo en una sociedad socialista, donde el conocimiento y la innovación estén al servicio de la humanidad, es posible liberar el potencial emancipador de la 4RI y la IA. Como decía el Che Guevara (1965): «El verdadero revolucionario está guiado por grandes sentimientos de amor». Es este amor por los pueblos y por la justicia lo que debe orientar el uso de la tecnología en favor de un mundo sin explotación ni opresión.
Alternativas
Frente a la apropiación capitalista de la tecnología, se plantea:
- Socializar el conocimiento y la tecnología, eliminando las barreras impuestas por la propiedad intelectual y democratizando el acceso al saber.
- Nacionalizar la infraestructura digital, garantizando soberanía tecnológica frente al neocolonialismo digital.
- Regular democráticamente la IA, evitando su uso para la explotación y el control social.
- Fortalecer la organización proletaria, para enfrentar las consecuencias sociales de la automatización y construir un futuro justo y solidario.
Referencias
Amin, S. (2014). El capitalismo en la era de la globalización. Siglo XXI.
Antunes, R. (2018). El privilegio de la servidumbre. Siglo XXI.
Bourdieu, P. & Passeron, J. C. (1970). La reproducción. Editorial Laia.
Boron, A. (2004). Imperio e imperialismo. CLACSO.
Chamán Portugal, A. A. (s.f.). Instrumentalización de la inteligencia artificial por el capitalismo. Inmediaciones.
Chomsky, N. (2017). ¿Quién domina el mundo? Ediciones B.
Foster, J. B. (2002). Ecología contra el capitalismo. El Viejo Topo.
Gramsci, A. (1971). Cuadernos de la cárcel. Siglo XXI.
Harvey, D. (2007). Breve historia del neoliberalismo. Akal.
Harvey, D. (2014). Diecisiete contradicciones y el fin del capitalismo. Traficantes de Sueños.
Lenin, V. I. (1917). El imperialismo, fase superior del capitalismo. Progreso.
Mao Tse-tung. (1963). Sobre la práctica. Ediciones en Lenguas Extranjeras.
Marx, K. (1867). El capital. Siglo XXI.
Moragón, F. (2022). La guerra tecnológica entre China y Estados Unidos. Akal.
Morozov, E. (2015). La locura del solucionismo tecnológico. Clave Intelectual.
Snowden, E. (2019). Vigilancia permanente. Ediciones B.
Zuboff, S. (2020). La era del capitalismo de vigilancia. Paidós.
Interesantes apreciaciones y reflexiones.