Las redadas de ICE en Estados Unidos

Por Richard González


Sudamérica, 11 de junio de 2025

Estados Unidos, un país forjado por migrantes europeos principalmente, de los despojó territoriales a múltiples nacionalidades que redujo su población originaria mediante una violencia cruel y despiadada. Creció y se expandió a través de formas esclavistas de producción, prácticas gansteriles y matonismo, apropiándose de tierras mexicanas y explotando riquezas de América y otros continentes sin compensación alguna. Hoy, este país intensifica su hostilidad hacia los pueblos del mundo.

Las redadas contra la llamada «migración ilegal» sirven como pretexto para encubrir las contradicciones internas entre las oligarquías industriales y financieras. Estas acciones crean un supuesto «enemigo interno» que justifica el control social, el autoritarismo y la militarización de la sociedad, en un contexto de decadencia como gendarme global.

El colapso es evidente: Estados Unidos busca reiniciar su economía, resolver el hundimiento de su divisa y sus deudas impagables, mientras enfrenta reiteradas derrotas militares, políticas, comerciales, etc. Hasta graves contradicciones con sus aliados. Razón de su desespero cual hiena herida de muerte, se resiste a sucumbir y, en su arrogancia, pretende arrastrar a la humanidad en su hundimiento.

A pesar de su soberbia, este país encarcela a madres, padres, abuelos y niños migrantes, por encima de sus propias leyes, códigos, normas: quienes, paradójicamente son los que generan la riqueza que ostentan. Incapaces de tolerar en el “país ejemplo de democracia” la manifestación, repudio, libertades y derechos, hasta la rebeldía de los pueblos, frente al abuso, atropello, criminalización de la migración. Declaran enemigo a todo aquel que resiste y lucha contra su dominio, contra su abuso. Mientras tanto, sus aliados, tanto de «izquierda» como de «derecha» en los países del tercer mundo, permanecen sumisos y silenciosos ante la humillación, el maltrato y los vejámenes sufridos por sus compatriotas en esa nación controlada por oligarquías financieras e industriales.

Los pueblos del mundo debemos alzar nuestra voz de condena y rechazo, a la vez, bregar para que nuestros pueblos no sufran vejámenes y humillaciones, luchar por un mundo diferente, aunque este proceso requiera tiempo y esfuerzo, mucho esfuerzo y los costos a pagar.

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *