En los últimos años, la educación superior ha experimentado una transformación sin precedentes, impulsada por el avance de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y los desafíos globales, como la pandemia de COVID-19. En Bolivia, la Universidad Tecnológica Boliviana (UTB), al igual que muchas instituciones, ha tenido que adaptarse a estas nuevas dinámicas, combinando la educación presencial con la virtual. Este artículo explora las diferencias, ventajas y desafíos de ambas modalidades en el contexto de la UTB, basado en investigaciones recientes y experiencias prácticas.
Contexto de la educación en el siglo XXI
El siglo XXI ha traído consigo una revolución tecnológica que ha redefinido cómo aprendemos y enseñamos. La educación presencial, con su interacción cara a cara y su estructura tradicional, ha sido el pilar de las universidades durante siglos. Sin embargo, la educación virtual ha ganado terreno, especialmente tras la crisis sanitaria global de 2020, que obligó a las instituciones educativas a migrar hacia plataformas digitales (Herbas-Torrico et al., 2021). En Bolivia, esta transición fue particularmente desafiante debido a la brecha tecnológica, la limitada conectividad a internet y la falta de preparación para la educación virtual (Scielo, 2022).
La UTB, como institución boliviana comprometida con la formación de profesionales competitivos, ha implementado ambas modalidades, lo que permite un análisis comparativo significativo. A continuación, exploramos las características, ventajas y desventajas de cada enfoque, con un énfasis en cómo se han adaptado a las necesidades de los estudiantes y docentes en este contexto.
Educación presencial: La fuerza de la interacción humana
La educación presencial en la UTB se caracteriza por el contacto directo entre estudiantes y docentes, lo que fomenta un entorno de aprendizaje dinámico. Las aulas tradicionales ofrecen espacios para debates, trabajos en grupo y retroalimentación inmediata, elementos que enriquecen la experiencia educativa. Según Alvarado et al. (2022), los estudiantes valoran la presencialidad porque permite una interacción social que fortalece habilidades comunicativas y reduce el aislamiento, algo que la virtualidad no siempre logra.
Ventajas:
Interacción social: Los estudiantes de la UTB destacan que las clases presenciales facilitan la colaboración y el trabajo en equipo, esenciales para desarrollar competencias interpersonales.
Estructura clara: La presencialidad ofrece una rutina definida, con horarios fijos y un entorno controlado, lo que ayuda a los estudiantes a mantenerse organizados.
Retroalimentación inmediata: Los docentes pueden responder preguntas en tiempo real, adaptando su enseñanza a las necesidades del grupo.
Desventajas:
Limitaciones de acceso: En un país como Bolivia, en particular en las ciudades de La Paz y El Alto, donde la movilidad puede ser un desafío, asistir a clases presenciales puede ser complicado para estudiantes de áreas rurales o con responsabilidades laborales.
Dependencia de infraestructura: La calidad de la educación presencial depende de instalaciones adecuadas, algo que no siempre está garantizado en todas las sedes de la UTB.
Una estudiante de Ingeniería de la UTB compartió: “En las clases presenciales, siento que conecto mejor con mis compañeros y profesores. Es más fácil entender conceptos complicados cuando alguien te los explica frente a frente”. Este testimonio refleja el valor humano de la presencialidad, que va más allá de lo académico.
Educación virtual: Flexibilidad y desafíos tecnológicos
La educación virtual en la UTB, impulsada especialmente durante la pandemia, utiliza plataformas como Moodle, Zoom y Google Classroom para impartir clases. Este modelo ofrece flexibilidad, permitiendo a los estudiantes acceder a los contenidos desde cualquier lugar y en cualquier momento, siempre que tengan una conexión a internet. Sin embargo, la implementación de esta modalidad en Bolivia ha enfrentado obstáculos significativos, como la falta de acceso a internet estable y dispositivos adecuados (Scielo, 2022).
Ventajas:
Flexibilidad horaria y geográfica: Los estudiantes con trabajos o responsabilidades familiares pueden gestionar su tiempo de estudio, algo crucial en el contexto boliviano.
Acceso a recursos digitales: La virtualidad permite integrar videos, simulaciones y foros en línea, enriqueciendo el aprendizaje autónomo.
Masificación educativa: La educación virtual permite llegar a un mayor número de estudiantes, especialmente en áreas remotas, siempre que se superen las barreras tecnológicas.
Desventajas:
Brecha tecnológica: Según Herbas-Torrico et al. (2021), la falta de acceso a internet y dispositivos adecuados ha sido un factor clave en la deserción estudiantil durante la pandemia.
Falta de interacción social: La virtualidad puede generar aislamiento, afectando la motivación y el compromiso de los estudiantes.
Demanda de autonomía: Este modelo requiere que los estudiantes sean más disciplinados, lo que puede ser un desafío para quienes no están acostumbrados a aprender de forma independiente.
Un docente de la UTB comentó: “Enseñar en línea me obligó a ser más creativo con mis materiales, pero extraño la energía del aula. Muchos estudiantes se desconectan porque no tienen una buena señal de internet”. Este relato pone en evidencia los retos prácticos de la virtualidad en Bolivia.
Análisis comparativo: ¿Cuál es la mejor opción?
Comparar la educación presencial y virtual en la UTB implica considerar las necesidades de los estudiantes, los recursos disponibles y el contexto socioeconómico boliviano. La presencialidad destaca por su capacidad para fomentar la interacción social y la claridad en la enseñanza, pero está limitada por cuestiones de acceso y costos asociados al transporte y la infraestructura. Por otro lado, la educación virtual ofrece flexibilidad y escalabilidad, pero su éxito depende de superar las barreras tecnológicas y de capacitar tanto a docentes como a estudiantes en competencias digitales.
Un estudio realizado en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) reveló que, tras un año de pandemia, los estudiantes se adaptaron mejor a la educación virtual, aumentando su confianza en el uso de herramientas digitales en un 34% (Scielo, 2022). Aunque este dato no es específico de la UTB, sugiere que, con el tiempo, los estudiantes bolivianos pueden adaptarse a la virtualidad si se les proporciona el apoyo adecuado.
La combinación de ambas modalidades, conocida como educación híbrida, podría ser una solución ideal para la UTB. Este enfoque permitiría aprovechar la interacción humana de la presencialidad y la flexibilidad de la virtualidad, optimizando el aprendizaje. Por ejemplo, los estudiantes podrían asistir a clases presenciales para actividades prácticas y usar plataformas virtuales para reforzar conocimientos teóricos o realizar evaluaciones.
Reflexiones finales
La educación en el siglo XXI, tanto presencial como virtual, tiene fortalezas y desafíos que deben abordarse con creatividad y compromiso. En la UTB, la presencialidad sigue siendo valorada por su riqueza humana, pero la virtualidad ha demostrado ser una herramienta poderosa para democratizar el acceso a la educación. Para que ambas modalidades sean efectivas, es crucial invertir en infraestructura tecnológica, capacitar a docentes en diseño instruccional y apoyar a los estudiantes en el desarrollo de competencias digitales.
Como sociedad, debemos preguntarnos: ¿cómo podemos equilibrar la calidez de la interacción humana con las oportunidades que ofrece la tecnología? La respuesta no es elegir una modalidad sobre la otra, sino integrarlas de manera estratégica para formar profesionales capaces de enfrentar los retos del siglo XXI.
Referencias
Alvarado, P., Bravo, O., García, A. E., Poveda, G., & Navarrete, G. (2022). Educación virtual vs. educación presencial ventajas y desventajas para los estudiantes en universidades públicas. Polo del Conocimiento: Revista científico-profesional, 7(7), 843-860.
Herbas-Torrico, B., Villarroel-Vargas, N., & Titichoca-Santana, A. (2021). ¿El covid-19 y la educación virtual afectaron la importancia de los determinantes de la persistencia estudiantil?: el caso de una Universidad Boliviana. Revistas UTP.
Scielo. (2022). En atención a las obligaciones… la educación boliviana, dictaron leyes, reglas y normativas para llevar a cabo los cursos virtuales. Scielo.org.bo.