Denunciamos con indignación los 77 años de atrocidades sistemáticas perpetradas por el régimen sionista de Israel contra el pueblo palestino. Desde la Nakba de 1948, cuando más de 750.000 palestinos fueron expulsados de sus tierras ancestrales para dar paso a la creación artificial de un perverso Estado colonial respaldado por los siameses imperialismos británico y estadounidense, hasta los genocidios actuales en Gaza y Cisjordania. El sionismo ha actuado como un instrumento del capital monopolista global, arrebatando territorios, destruyendo todo tipo de infraestructuras, negando la soberanía palestina, masacrando al pueblo y cometiendo todo tipo de atrocidades. Esta ocupación es una expresión brutal del colonialismo donde la élite sionista, en su desquiciamiento ideológico racista y supremacista, ha convertido Palestina en un laboratorio de represión y exterminio.
El sionismo ha ignorado deliberadamente más de 100 resoluciones de la ONU, incluyendo la reciente condena al genocidio en Gaza en 2025. Este desprecio absoluto por la comunidad internacional revela la hipocresía del orden mundial capitalista, donde Israel actúa con impunidad gracias al veto sistemático de Estados Unidos en el Consejo
de Seguridad, perpetuando un apartheid que viola el derecho internacional humanitario y los Convenios de Ginebra. La relatora especial de la ONU, Francesca Albanese, presentó un informe donde estima que las políticas israelíes han causado la muerte directa e indirecta de más de 550,000 palestinos (cifra que incluye muertes por bombardeos, hambre, enfermedades y falta de atención médica y la monstruosa destrucción de infraestructura).
El expansionismo sionista ha agredido impunemente a naciones soberanas como Yemen (con bombardeos en 2024-2025), Líbano (invasiones en 1978, 1982, escaladas en 2024 y bombardeos en 2025), Siria (ataques aéreos constantes desde 2011 y hoy un gobierno colaboracionista y proimperialista), Irán (sabotajes y asesinatos selectivos en 2024 y 2025) y Qatar (recientes atentados en Doha en 2025 contra líderes de Hamás). Estas agresiones
no son terroristas y extensiones del imperialismo, destinadas a desestabilizar la región y asegurar el control de rutas comerciales y recursos energéticos para el capital transnacional.
El apoyo incondicional del genocida imperialismo estadounidense es el pilar de esta barbarie, ya que, desde 1948, ha proporcionado decenas de miles de millones de dólares en ayuda militar anual, vetando resoluciones críticas contra el sionismo y desplegando portaviones para respaldar genocidios, como en la actual masacre en Gaza.
Potencias europeas como el Reino Unido, Alemania y Francia, herederas del colonialismo, se suman como cómplices, suministrando armas y normalizando relaciones diplomáticas mientras ignoran el sufrimiento palestino, todo en aras de preservar el cruel orden capitalista global.
Peor aún es la traición de gobiernos árabes reaccionarios, como los de Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Jordania, que bajo los Acuerdos de Abraham (2020) han normalizado relaciones con Israel, vendiendo la causa palestina por alianzas económicas y militares con el imperialismo. Estos decadentes regímenes burgueses, aliados del capital petrolero, actúan como agentes del sionismo, sofocando la resistencia popular y beneficiándose de la división regional, mientras el proletariado árabe sufre la explotación y opresión común.
¡Viva la heroicidad palestina! ¡Abajo el imperialismo y el sionismo genocidas!
La Paz, 17 de septiembre de 2025.
Red de Prensa Popular Latinoamericana
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Revista Atreverse