Cuando las palabras son solo promesas vacías, y los hechos son los que arrecian y engullen millones de hombres desposeídos, arrojados a la miseria, al sufrimiento, al sinfín de desastres, para ellos y su futuro. Entonces, son los hechos lo que verifican la verdad y su esencia.
¿Qué vemos en el mundo por parte de los pueblos? La esencia de un sistema cruel, inhumano, degollador, asesino, exterminador, hambreador, destructor de todo hábitat de vida, etc. Es el sistema que en más de 200 años solo ha causado miserias humanas, sufrimientos, miserabilidad de todo, el sinsentido de la misma vida por razones de un profundo egoísmo.
Vemos cómo se extermina abiertamente al pueblo palestino, así como lo hicieron siglos atrás con otros pueblos avasallados, exterminados, invadidos, y esa lógica no ha terminado; más bien, se exacerba aún más. Vemos hoy cómo, en los hechos históricos anteriores, preparan otra repartija del mundo por los mismos de siempre: otro exterminio universal por medio de la guerra, y para estos cernícalos solo son “juegos de ajedrez”. Vemos cómo se habla de “democracia”, “Estado de derecho”, “imperio de la ley”, etc., sin embargo, para las clases dominantes solo es discurso para seguir generando expectativa, engaño, mentira, cuando lo que hacen es pisotear sus propios principios, su legalidad, el derecho y la democracia formal.
Vemos cómo se exacerba la miseria humana, se caotiza la sociedad, mientras en medio de todo ello discurren millones, manjares y todo tipo de banalidades, mientras el pueblo no tiene ni para lo básico de su existencia y el futuro es negro para los suyos. ¿Acaso no es razón para el hartazgo ante tanta miseria humana por parte de quienes mandan y oprimen a millones? ¡Sí! ¡Nos hemos hartado de que exterminen a nuestros pueblos, a nuestros hermanos de clase! ¡Nos hemos hartado; por eso viajamos con las flotillas de miles a rescatar a los nuestros en Palestina, que pretenden su exterminio total! Nos hemos hartado de que nos hagan vivir en la miseria, en el hambre, en la desocupación, en la falta de futuro para nuestros hijos, mientras danzan en la corruptela, en el despilfarro, en la abundancia, mientras nosotros y nuestros hijos nos reventamos el espinazo para sobrevivir.
Nos hemos hartado de tanta promesa vacía, de su democracia falaz, de que nos persigan, encarcelen por reclamar derechos fundamentales o participar en la vida política de un país, y hoy se nos declara como criminales por reclamar derechos y libertades para los nuestros.
Nos hemos hartado de vivir sin casa, sin agua, sin salud, sin educación para humanizar, sin derecho al ocio, a la buena vejez. Entonces, no solo debemos quemar sus congresos, sus palacios, sus casas lujosas hechas con trabajo ajeno, sus riquezas insultantes que ostentan, hechas con mis brazos y piernas, inversión de fuerza ajena, mientras vivo en la miseria. Debemos quemar este mismo sistema, causante de todo el sufrimiento humano hasta hoy.
Como verán, ya no respetan estas clases dominantes, aunque sea para el engaño, ni sus leyes liberales, ni las apariencias de “democracia”; hoy pretenden insultantemente volver al oscurantismo, al neo-servilismo de los pueblos, al neo-feudalismo, a que no digas nada ni reclamemos nada; solo quieren que todos estemos callados, sumisos, aceptando el azote de estos tiempos. Entonces, sí corresponde salir a quemar todo, incendiar todo lo viejo, todo lo que nos oprime y explota.
Si nos faltan el respeto en cada segundo, ¿por qué respetarlos a estos explotadores? ¡Corresponde pedir que rindan cuentas por habernos matado, encarcelado, etc.! Los pueblos del mundo necesitamos vivir en paz, pero para ello debemos conquistarlo, arrebatárselo a aquellos que solo generan desastres y una falta de futuro para los nuestros por generaciones.
10/09/2025